¿Ya estás registrado?
Entra
¿Algo que quieras decirnos?
Amante como ternura.
… cautivado por mis pensamientos estoy sentado en uno los caribeños sillones de cedro que están en el portal de la casona. Me acompaña abuela Leopolda y algunos muchachos retozando en la calle con un balón de fútbol. Son pasadas las cinco de la tarde. Un solecito abatido se dispone a entregar el día a la noche y los ojos de mi abuela siguen atentos a cómo sus hábiles manos mueven las agujas sobre un complejo tejido crochet. El rostro de Leopolda son menudas cejas, perfectas cortadas sobre sus carmelitosas pupilas. Inquietas. A veces, penitentes. Otras, impías. Misericordiosas. Implacables. En ordenadas ondas, su grisáceo pelo contrasta con carnosos labios, fosas nasales, anatómicos huecos para refrescar las arrugas de un reto a dos verdugos siglos. Imponente señora. De severa arrogancia. Increíble como clavel, amante como ternura.
0 | 210 | 0 |
![]() |
![]() |
![]() |