¿Ya estás registrado?
Entra
¿Algo que quieras decirnos?
TRES PALABRAS
(Dedicado a ti, que tanto te ame
y tan poco te di)
Me lance al mar, y no sabía nadar, pero lo
hice por tí.
De apoco aprendí a flotar. Cuando creía
que estaba a salvo, tuve que aprender a
nadar.
Luche contra el cansancio,contra el
pánico,hasta llegar a la orilla.
Y ahí estabas tú,tan sonriente, tan
hermosa, tan indiferente.
Camine por la playa hacia tí, pero no
lograba alcanzarte. No me importó.
Yo continúe con mi marcha.
Me tope con médanos,dunas. Subia,
bajaba. La boca pastosa,los labios
resecos,la lengua muda.
El sol arremetia contra mí piel, contra
mí cabeza. Me calcinaba hasta los
huesos. La sed insoportable, la sangre en
ebullición.
Segui caminando y divise el bosque.
A cada paso que daba, no sé si me
acercaba o me alejaba.
Y ahí estabas tú,tan sonriente,tan
hermosa,tan indiferente.
Llegué al bosque y me interne en el.
A medida que avanzaba,las sombras
crecían;la luz,mas difusa.
Dificultaban mí andar las madreselvas.
Los arbustos espinosos laceraban mí
piel.
Hallé un matorral de moras. Quise calmar
mí sed con su fruto, pero sus espinas
lastimaban mis manos.
Me los lleve a la boca. Sentí que me
quemaban los labios. Su jugo me fue
refrescando,pero invadió mí paladar, mí
lengua un sabor amargo.
Proseguí a tientas,sin distinguir la
dirección correcta.
Tuve que luchar contra mis miedos,
contra la oscuridad, contra la soledad.
Todo se tornaba lúgubre, tenebroso.
Creí que nunca saldría.
A lo lejos divisé una tenue luz. A medida
que me acercaba pude distinguir una
figura. Te reconoci,eras tú. Tus ojos
iluminaban mí camino. Llegué a los
límites del bosque.
Y ahí estabas tú tan sonriente,tan
hermosa, tan indiferente.
Segui tus pasos que me guiaron hasta la
ciudad.
Comencé a buscarte por las calles grises,
pobladas de escaparates anonidos. Las
aceras vacías. Sólo, de ves en cuando, me
cruzaba con algún perro flaco, hambrien-
to, de costillas pugnando por atravesar su
piel.
Comenzó a anochecer; las luces fueron
tomando la ciudad. Su brillo me fue
cegando,asi como lo hicieron tus
palabras. Y no me importó.
Retome la búsqueda en las plazas,en las
tiendas, en los cines,en los bares, y no te
halle.
Me detuve en cada esquina buscándote
con la mirada.
Mí pecho era como una caja de resonan-
cía. A cada segundo su sonido se hacía
más intenso,mas ligero.
El corazón me latía, latía, latía más fuerte,
más de prisa. No soportaba más el encie-
rro. Abrió mi pecho y salió. Lo sujeté
entre mis manos. Pude calmarlo,mas no
consolarlo.
El gentío me miraba con pena,con lástima
Hubo quienes me reconocieron y me dije-
ron:no la busques más, no vale la pena.
Has dado todo por ella,tu hombría,tu
orgullo,tu dignidad. Estas caminando
hacía la muerte.
Si supieran que la muerte a sido tan ingra-
ta conmigo, que pasó a mí lado,y no me
ha querido llevar.
Ha pasado el tiempo. Dias,meses,años,
desde que dejé de buscarla.
Logre reponerme y encaminar mi vida.
Y hoy la he cruzado en la calle.
Nos miramos. Me sonrió insípidamente.
Ha perdido la frescura de su piel;la ter-
nura de sus manos. Ya no queda rastro
de brillo en sus ojos.
Pude leer en su mirada: No supe amarte.
Continúe mi camino.
0 | 50 | 0 |
![]() |
![]() |
![]() |