Mira las  circunstancia de la vida, observandomé hoy burlona y despiada.

Cuando la soledad invadió mi vida, nublando para siempre mi futuro.

 Clavo sus frías púas en mi alma y dejo secar mi corazón sin esperanza.

La oscura muerte me ha invadido por momentos. Ha tomado de mi  toda energía, la juventud, las rizas, la alegría,

las ilusiones  se fueron con los años  haciéndome entender mi cruel destino.

Ayer me rescataron de la muerte, y volvió a latir mi corazón vencido, a sentir en el pecho su latido.

¿Sabes cuanto tiempo he esperado una palabra, una dulce mirada de cariño, un abrazo sincero, un amigo?

Ahora que mi   tiempo esta en el ocaso, no me digas “amor”… ya no soy nada.