Está nublado y escucho cantar a Chet Baker.

El otoño y el spleen me llevan a la nostalgia

de un tiempo mejor que no conocía. Y es falso.

Creemos, en días como estos, en el pasado mejor.

Y no fue tal. Baker perdió los dientes en una riña

y tuvo que aprender todo de nuevo, a tocar y cantar,

y así y todo, se mató, saturado de heroína y coca.

Mejor no caer en la nostalgia. Se nos sube al hombro

y nos canta, melodías seductoras, como Baker.